Reportaje a los "sin casa"

Crónica de los sin hogar locales:

“No soy de aquí ni soy de allá”

*Personas como Ud. y como yo tienen las calles penquistas de dormitorio y más.

      Nueva Pencopolis realizó un recorrido por las céntricas calles de la urbe principal de nuestra provincia. En nuestro camino nos detuvimos en algunos puntos clave del paseo peatonal, donde dormitan seres humanos que han encontrado un hogar sin paredes ni privacidad. Entre ellos destaca una joven pareja, Marisela y Juan, que vive su amor al aire libre.

¿Por qué están viviendo en la calle?

 J: Yo tengo mi casa, pero amo demasiado a Marisela como para dejarla sola. El problema es que ella le gusta la calle, ya que se crió de chica aquí, así que no puedo convencerla de que venga a vivir conmigo.

M: Quiero salir de la calle, pero me cuesta, así que le pido ayuda al “de arriba”. Me gusta demasiado la calle. Tengo apoyo de mi papá y de mi madrastra. Acá están todos mis amigos, y mi pareja.

¿Y por qué no te gusta estar en la casa, Marisela?

M: Me aburro mucho.

J: La verdad es que solo aguanta estar un par de días en la casa. Ligerito quiere volver a andar dando vueltas, y ahí como que peleamos, pero yo respeto su decisión.

¿De qué viven?

J: Me dedico al reciclaje y con eso me gano monedas.

¿Cómo van a resolver su crisis de vivienda?

J: Es algo que vamos a tener que conversar, ya que complica la relación.

¿Cómo es la noche de Concepción en las calles?

M: Se pasa frío, pero ya estoy acostumbrada.

J: Cuando está lloviendo mucho  le digo que nos quedemos en la casa, que no salgamos, pero a veces prefiero hacerle el gusto, ya que no quiero perderla.

¿No han pensado ir al “Hogar de Cristo”?

J: No siempre me siento cómodo por allá. Acá al menos en la galería nos tienen buena.

         Una cara menos amable es la que nos retrata Alejandro Albornoz. Otras motivaciones e intereses lo hacen vivir muy lejos de un techo y del calor familiar, ya que es de Mulchén.

    ¿Desde cuándo estás en durmiendo al aire libre y como se dio esto?

   Desde los 8 años, ahora tengo 17. Me fui de la casa por problemas con mis padres. No podía vivir más con ellos.

     ¿A qué te dedicas, ya que no creo que hayas terminado tus estudios?

   Dejé la escuela y ahora cuido autos. Igual quiero terminar más adelante, pues quiero seguir en este sistema solo hasta el otro año. Quiero volver a la casa.

     ¿Qué es lo peor que te ha pasado en todo este tiempo fuera de tu casa?

  Pelear con los (neo) nazis, ya que trataron de pegarme. En todo caso, no pido demasiado, ya que la calle está llena de gente loca. Se ve de todo.

      ¿Te ha dejado algo positivo tu deambular sin rumbo fijo?

    Amigos, que son los que te cuidan por la noches. Acá en la calle nos conocemos todos. Uno no pesca a los lanzas, por ejemplo. Por lo menos no tratan de robarnos.

     ¿Por qué te viniste de Mulchén a Concepción?

    Es que unos patos malos nos quemaron la casa, y éramos 4 hermanos. Mis otros 3 hermanos son militares en España. Mi mamá se vino a Conce también.

      ¿A qué hora te levantas por las mañanas?

     A las 8. Así nos pidieron los de la galería, ya que barren a esa hora.

      ¿Cuál es tu rutina diaria?

     Me pongo afuera de la catedral y pido plata. Ahí me hago las monedas para un café  en el mercado. Como a las 12 me voy pa’l parque a cuidar autos. De ahí almuerzo. No me falta comida.

     Macheteando uno se mantiene. Pido ropa en las casas. Me ducho en el parque también, todos los días, aunque la mayoría de los que viven en la calle lo hacen en la cascada.